sábado, 30 de julio de 2011

DIRGHATAMAS Y LA ASTROLOGIA VEDICA



Los Vedas (veda: conocimiento) están compuestos por cuatro libros: el Rig, el Yajur, el Sama y el Atharva Vedas. Sri Aurobindo, un gran maestro indio y estudioso del pensamiento védico, explica así el origen de los Vedas: "El lenguaje mismo de los Vedas es sruti, un ritmo que no ha sido compuesto por el intelecto sino escuchado, una palabra divina que ha venido vibrando desde el infinito hasta el oído interno del hombre que previamente se ha preparado para recibir el conocimiento impersonal". En síntesis, con esto el maestro lo que ha querido expresar es el origen "no humano" de los Vedas.


De los cuatro Vedas el Rig-veda es el mas antiguo, dado que está compuesto por gran cantidad de himnos cuyo carácter exterior es devocional, ritual e invocativo de las potencias superiores. De todos los himnos que componen el Rig-veda hay uno que se destaca sobremanera por su extención, complejidad y una hermenéutica relativa a un simbolismo astrológico ciertamente revelador para su tiempo. Se trata del Sukta VIII contenido en el Anuvaka XXII atribuído al Rishi Dirghatamas, a través del cual éste se dirige mayormente con su discurso a los Vishnudevas, en clara exortación de asistencia para iluminar las mentes de los seres que aspiran a sintonizarse con el plan universal. 


El sabio Rishi Dirghatamas comienza así:

1. He visto al Señor de los hombres con siete hijos; esta divinidad bienechora, el objeto de nuestras invocaciones, tiene un segundo hermano que penetra en todos los lugares y un tercer hermano al que nutren las ofrendas de manteca.
2. Enganchan los siete caballos al carro de una rueda, y un caballo llamado Siete los arrastra, la rueda tiene tres cubos.
3. Los siete seres que presiden en este carro de siete ruedas son los siete caballos que lo arrastran; en el carro montan juntas siete hermanas, y ahí es donde quedan depositadas las siete formas del discurso.
4. ¿Quién ha visto al ser primitivo en el instante de su nacimiento? ¿Cuál es el objeto dotado de substancia y que sostiene lo que no tiene substancia? El alimento y la sangre vienen de la Tierra, ¿pero dónde está el alma? ¿Quién puede ir hasta el sabio para preguntárselo?
5. Yo, puesto que mi inteligencia no está madura, puesto que mi espíritu no podría discernir la verdad, me informo de las cosas que están ocultas incluso para los dioses; ¿cuáles son los siete hijos que los sabios han extendido, a fin de envolver el Sol, en el cual residen todas las cosas?
6. En mi ignorancia, me informo cerca de los sabios que conocen; con el fin de adquirir un conocimiento sólido, les pregunto: “¿Cuál es ese ser único que ha sostenido esas seis esferas?”
7. Que quién esté instruido de esa verdad la revele con prontitud; que diga la condición misteriosa del Sol espléndido y cuyo movimiento es continuo. Los rayos han repartido su leche en torno de su cabeza levantada, envolviendo su figura con un vivo fulgor; han bebido el agua a lo largo de los  senderos por donde han venido.
8. La madre (la Tierra) rinde homenaje al padre (el Sol) mediante ritos sagrados, a fin de obtener el agua; pero éste ha adelantado sus necesidades en su espíritu; deseosa de tener progenie, la Tierra es fecundada por los rayos que la penetran, y todos los seres, en espera de la abundancia, cambian palabras de felicitación.
9. El padre (el Cielo) se une para sostener el peso de la que cumple los deseos (la Tierra); el embrión (el agua) reposa en el seno de las nubes; entonces el ternero empieza a nadar y ve a la vaca que adquirirá todas las formas en los tres estados en que apareció.
10. El ser único (el Sol), que tiene tres madres y tres padres, se dirige a lo alto: nadie le ha adelantado nunca, ignora la fatiga; los dioses, en la cima del Cielo, se reúnen en consejo y se ocupan de él en un lenguaje que comprende toda las cosas, pero que no llega hasta nosotros.




11. La rueda de los doce radios del ser verídico (el Sol) da vueltas en derredor de los cielos y no puede perecer; setecientos veinte niños colocados por parejas forman allí su morada.
12. Se ha dado a su padre el nombre de Purishin, porque tiene cinco pies y doce formas, cuando se halla en el hemisferio más lejos del Cielo; se le han llamado también Arpita cuando está en la porción escondida del Cielo, brillando sobre su carro de siete ruedas, cada una de éstas teniendo seis radios.
13. Todos los seres residen en esta rueda de cinco radios; nunca se ha calentado el eje extraordinariamente cargado; el cubo, incrustado con fuerza, no se usa nunca.
14. La rueda, guarnecida de una llanta imperecedera, da vuelta sin cesar; diez seres unidos sobre la superficie superior llevan el mundo; la órbita del Sol avanza rodeada de agua; todos los seres están depositados en él.
15. De los que han nacido juntos, seis son mellizos y deben su nacimiento a los dioses, el séptimo ha nacido solo; son deseables sus propiedades; colocados separadamente en sus estancias respectivas, tiene igualmente formas diversas y cumplen sus revoluciones prevaleciendo sobre lo que es estacionario.
16. Se ha calificado de machos a las que son mujeres virtuosas; el que tiene ojos ve; el ciego no discierne nada; el hijo que es juicioso comprende estas cosas, y si tiene inteligencia es el padre de su padre.
17. La vaca, echando a su ternero con sus patas delanteras y levantándolo con las traseras, se ha erguido; ¿adónde ha ido? ¿hacia quién se ha vuelto en mitad del camino? ¿En donde lleva a su hijo? No lo lleva entre la manada.
18. El que conoce la protección de este Mundo y sabe cómo está asociado el superior al inferior, es un sabio; pero, en este Mundo, ¿quién puede exponer estas cosas? ¿De dónde ha sido engendrado el espíritu divino en su supremacía?




19. Lo que los sabios han llamado descenso lo han denominado también subida, y lo que han llamado subida lo han llamado también descenso; estas órbitas que habeis hecho, Soma e Indra, llevan al Mundo como bueyes uncidos a un carro.
20. Dos pájaros asociados juntos y unidos por la amistad buscan un refugio en el mismo árbol; uno de ellos come el higo dulce; y el otro, absteniéndose de alimento, se limita a mirar.
21. En el lugar por donde los rayos se deslizan suavemente, e instruídos de su deber, destilan la porción imperecedera de ambrosía. Ahí es donde el señor y protector celoso de todos los seres me ha colocado, aunque me halle aún desprovisto de sabiduría.
22. En el árbol en donde los rayos, deslizándose suavemente y nutriéndose con dulces productor, entran para obtener de allí la luz que distribuyen sobre las cosas, han llamado al fruto dulce; pero el que no conoce la protección del Universo no participa de ello.
23.  Los que saben cuál es la estación de Añi en la Tierra, la estación de Vayu que ha sido creada en el firmamento y la estación del Sol que ha sido colocada en el Cielo, obtienen la inmortalidad.
24. El construye la oración con el metro Gayatri; con la oración construye el soma, y con el metro Trishtubh forma el tercero; con el tercero construye el himno de verso formando dos o cuatro dísticos y con las sílabas forma los siete metros.
25. Con las estancias, en el metro Jagati fija la lluvia en el Cielo, y con el Rathantara ha seguido al Sol en su curso. Han sido determinadas las tres divisiones del metro gayatri; y por eso excede a todos los demás en fuerza y en majestad.
26. Invoco a la vaca que es fácil de ordeñar y que da su leche al que debe recogerla; ojalá que Savitri pueda aceptar nuestra excelente libación, a fin de que aumente su calor, pues con este fin lo invoco con fervor.
27. La vaca viene mugiendo, abundante en ricos productos y deseando su ternero; ojalá que pueda dar su leche a los Asvinis y que pueda prosperar para ventaja nuestra.
28. La vaca llama a su ternero que está en pie ante ella, y guiñando sus ojos (apenas abiertos), la vaca le lame la frente; da un mujido, signo de inquietud viendo la humedad en los rincones de su boca, y le nutre con su leche.
29. El ternero muge también y la vaca lanza sonidos inarticulados cuando va con él hacia el establo; influida por su instinto, obra como ser humano y manifiesta radiantemente su naturaleza.
30. La vida dotada de respiración, empujada a cumplir sus funciones, reposa con firmeza en medio de las estancias que le corresponden; la vida del cuerpo mortal se hace inmortal, sostenida por las ofrendas funerarias.
31. He visto al protector del universo (el Sol), ignorando la fatiga, viajar subiendo y descendiendo por diversos caminos; rodeado de un esplendor que concentra y reparte a lo lejos, se mueve en medio de las regiones.
32.  El que ha hecho (este estado de cosas) no lo comprende; está oculto para el que lo ha visto; envuelto todavía en el seno de su madre, está sujeto a numerosos nacimientos y está en poder del mal.
33. El Cielo es mi padre; él me ha engendrado; el ombligo (de la Tierra) es pariente mío; la Tierra espaciosa es mi madre; el seno que contiene todos los seres se halla entre las dos cucharas elevadas (donde está el jugo de soma: “el cielo y la tierra”); en él es en quien el padre ha depositado el germen de la fecundidad de la hija.




34. Te pregunto dónde está la extremidad mas lejana de la Tierra, te pregunto dónde está el ombligo del mundo, te pregunto cuál es el poder fecundo del corcel que esparce la lluvia, y te pregunto cuál es el cielo supremo de la palabra santa.
35. Este altar es la extremidad más lejana de la Tierra; este sacrificio es el ombligo del Mundo; este zumo de soma es el poder fecundante del corcel que esparce la lluvia; y este Brahma es el cielo supremo de la palabra santa.
36.  Los siete (rayos solares) que sostienen durante la mitad de un año al embrión (la lluvia), elemento que fecunda al Mundo, residen en las diversas funciones de Vishnu. Por su inteligencia, penetran en todo lo que está en torno suyo.
37. Yo no sé si sé todas esta cosas; porque estoy turbado y encadenado mi pensamiento; cuando lleguen a mí las primeras percepciones de estas verdades obtendré una porción de la inteligencia de la palabra sagrada.
38.  El inmortal, padre del mortal, afectado por el deseo de placer, va a la esfera superior o a la inferior; viéndoles asociados, los hombres, yendo a todas partes juntos, han comprendido al uno, pero no han comprendido al otro.
39.  ¿Han tomado asiento todos los dioses en ese Cielo supremo, texto imperecedero del Veda? ¿Qué hará del veda el que no conoce estas cosas? Pero quienes no les conocen son perfectos.
40. Vaca, ten abundante leche gracias a los abundantes forrajes, a fin de que nosotros seamos ricos también; come hierba en libertad y bebe agua pura.
41. Se ha escuchado el ruido de las nubes fabricando las aguas y teniendo uno, dos, cuatro, ocho o nueve pies, extendiéndose hasta el infinito en el cielo más elevado.
42. Es de él (del trueno) de quien las nubes reciben y vierten una lluvia abundante ayudando así a subsistir a los habitantes de las cuatro partes (del Mundo); la humedad se extiende hasta el grano y puede existir el Universo.
43. He visto cerca de mí el humo de un fuego de estiércol y he descubierto la causa de donde provenía (la llama); los sacerdotes han adornado al buey Soma porque esos son sus primeros deberes.
44. Los tres seres de hermosas trenzas miran la Tierra en sus diferentes estaciones; uno de ellos cuando ha acabado el año limpia el suelo, otro protege al Universo mediante sus actos; el nombre de uno es visible pero su forma no lo es.




45. Cuatro son los grados regulares del discurso; los brahmanes que son sabios los conocen; tres, dispuestos en secreto, no indican sentido; los hombres se expresan según el cuarto grado.
46. Los hombres han llamado (al Sol) Indra, Mitra, Varuna y Añi; es el garutmat celeste de alas fuertes (especie de buitre); los sabios sacerdotes dan diversos nombres al ser único: le llaman Añi, Yama, Matarisvan.
47. Los rápidos portadores (de la lluvia: “los rayos solares”), revistiendo las aguas con una nube sombría, suben al cielo; descienden de nuevo de la morada de la lluvia y riegan la tierra inmediatamente.
48. La rueda es única, los rayos son doce y hay tres cubos; ¿pero quién conoce estas cosas? En esta rueda hay trecientos sesenta radios que están como inmóviles en su movilidad.
49. Sarasvati, tu seno es la fuente de los placeres, contiene la opulencia y da la dicha; abre para nosotros tu seno en esta estación, a fin de nutrirnos.
50. Los dioses agregan sacrificio sobre sacrificio porque tales son sus primeros deberes; estos seres poderosos residen en el Cielo, estancia de las divinidades que es menester rendir propicias mediante las ceremonias sagradas.
51. El agua sube y desciende mientras que transcurren los días; las nubes regocijan la Tierra y los fuegos regocijan al Cielo.
52. Yo invoco la protección del (Sol) celeste, majestuoso, rápido y de alas poderosas; es el germen de las aguas, da vida a las hierbas, anima los lagos y llena de lluvia los estanques.



Fragmento extraído de “LOS VEDAS”
Traducción: J. B. BERGUA




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